jueves, 14 de mayo de 2009

NI DE AQUÍ NI DE ALLÁ

Abandonarlo todo, cruzar fronteras, ir en busca del sueño dorado de una mejor vida. Los motivos: miles y todos diferentes dependiendo de quienes vengan, muchos se van porque "allá" si hay trabajo y con esos muchos o pocos dolares, euros o cualquier otra moneda podran asegurarle un futuro a su familia, hay otros que se van por conocer, aprender o porque no, escapar, salir de ese mundo que creen no es perfecto, y efectivamnete no lo es, así como tampoco lo son los diferentes destinos a los que se dirigen, pero de esto solo se dan cuenta despues de algun tiempo de estar solos.

La soledad, esa que aunque en mucho casos ha sido elegida a voluntad propia te va comiendo por dentro poco a poco, y no hablo de soledad como el no tener gente alrededor, sino de el vacio interior de no sentirse perteneciente a un lugar, de ser siempre extrangero, de entrar a una nueva cultura, apender un nuevo idioma, y acostumbrarse a un tipo diferente de comida.

Me refiero a esas personas que estan lejos, y que por más que la soledad sea dura y los haga llorar al recordar el olor de un agiaco o las sonrisas de sus seres queridos, no deciden volver, porque es allá en la lejania donde ven su futuro. ¿Pero si regresan? despues de años de tratar de acostumbrarse a esa nueva vida, llegan nuevamente a lo que creian les pertenece, a eso que durante años extrañaron, y se dan cuenta que no fueron los unicos en cambiar, que todo a su alrededor tambien lo hizo, y les toca iniciar nuevamente el conocer otra cultura, el adaptarse a nuevas costumbre y el re-conocer un espacio, sin tener un lugar propio y sin poderse sentir pertenecientes ni de aquí ni de allá.